Diarios del Cosmos: Una conversación con Venus y Mercurio retrógrados en Aries
La noche estaba inquieta. Las estrellas parecían parpadear con más fuerza, como si quisieran advertirme de algo. Caminé bajo la luz de la Luna y, en el silencio del cosmos, escuché dos voces discutiendo.
—Siempre estás apurado, Mercurio. ¿No ves que hay cosas que necesitan sentirse antes de entenderse? —dijo Venus con un susurro envolvente.
—Y tú, Venus, ¿Cuánto más vas a demorar en decidir qué es lo que realmente quieres? —respondió Mercurio con su tono veloz y desafiante.
Me acerqué. Ahí estaban, danzando en Aries, girando hacia atrás en un juego de espejos. Venus, diosa del deseo, cuestionando lo que creemos que nos hace felices. Mercurio, el mensajero, desenredando palabras que antes parecían claras.
✨ Cuando Venus retrocede, el corazón duda. Cuando Mercurio lo hace, la mente se llena de ecos. Y cuando ambos retroceden juntos, nos encontramos en una encrucijada: ¿Qué es real y qué es un reflejo del pasado?
🔥 El fuego de Aries en llamas internas
Aries no tiene paciencia para revisar el ayer. Es un signo de acción, de valentía, de impulsos que nacen desde lo más profundo del instinto. Pero con estos dos planetas retrógrados en su territorio, algo curioso sucede: el fuego se enciende, pero en lugar de expandirse, nos obliga a mirar su luz de cerca, como quien contempla una vela y se da cuenta de que la llama baila según el viento.
Venus pregunta:
—¿Esto que deseas sigue siendo tuyo o es un eco de lo que una vez fuiste?
Mercurio responde:
—¿Las palabras que dices ahora vienen del alma o del miedo a cambiar?
Y ahí estamos nosotros, en medio de este diálogo celeste, reviviendo antiguas historias de amor, reencontrándonos con conversaciones inconclusas, enfrentándonos a verdades que antes pasaron desapercibidas. Es un tiempo de revisión. De preguntas que pican, de respuestas que tardan en llegar.
🌿 El mensaje de la conjunción: una pausa antes del nuevo impulso
Cuando Venus y Mercurio se encuentran en Aries, incluso en su retroceso, nos están pidiendo que reescribamos nuestra historia. Que pensemos antes de actuar, pero que no temamos decidir. Que revisemos lo que queremos, pero sin olvidar que el deseo también evoluciona.
Pregúntate:
✨ ¿Hay algo que creía querer, pero que ya no me representa?
🔥 ¿Estoy escuchando mis impulsos o simplemente reaccionando?
🌙 ¿Puedo darme permiso para cambiar de opinión?
🌊 La entrada en Piscis: el fuego se disuelve en las aguas del alma
Pero el viaje no termina aquí. Después del 28 de marzo, Venus y Mercurio retrogradarán de regreso a Piscis, donde los espera Saturno.
Si en Aries todo fue impulso, urgencia y confrontación, en Piscis la energía cambia radicalmente. Lo que antes parecía una carrera ahora se convierte en un océano donde las emociones se mezclan. Saturno, el maestro del tiempo, observa desde las profundidades y nos susurra:
—No basta con desear. No basta con pensar. Es hora de comprometerse con lo que de verdad importa.
Venus en Piscis nos invita a soltar, a perdonar, a sentir más allá de las palabras. Mercurio en Piscis nos habla en susurros, en sueños, en intuiciones que no pueden explicarse con lógica. Y Saturno, firme y silencioso, nos recuerda que el amor y las decisiones verdaderas requieren madurez, no solo emoción.
💭 Preguntas para este nuevo tramo del viaje:
🌊 ¿Qué emociones aún no he procesado?
💙 ¿A qué me aferro por miedo a soltar?
🌀 ¿Estoy dispuesto a rendirme ante lo que el universo me muestra?
Cuando todo pase, saldremos de este tránsito con menos dudas y con más verdad en el corazón. Porque los planetas retrogradan, pero el alma siempre avanza. ✨
🕯️ Ritual para integrar esta energía:
Escribe una carta a tu “yo” de hace seis meses. Cuéntale lo que has aprendido, lo que has soltado, lo que ahora deseas con más fuerza. Luego, léela en voz alta como si hablaras con un viejo amigo.
¡Cálido abrazo!
Andrea.